El C.G.A.D. [Centro Galego da Artesanía e do Deseño] es un edificio complejo.
Esta destinado a albergar bajo el mismo techo funciones dispares que en muchas ocasiones son consideradas incompatibles, pero que en este caso refuerzan el carácter dinámico y aglutinador que debe tener un centro de estas características en el que se trata de promocionar y desarrollar todo aquello que rodea a la artesanía y su estrecha relación con el diseño. Es en esta complejidad inicial donde radica su interés.
Aunar tradición y modernidad siempre ha sido una labor delicada. En el caso de la nueva artesanía el diseño debe funcionar como hilo conductor para llegar a productos que, sin abandonar la frescura y espontaneidad de la expresión popular presente en el ámbito rural, reflejen el momento en el que son creados, al igual que sucede en otras manifestaciones culturales.
Al plantear nuestra propuesta para el edificio que debe albergar la maquinaria que permita que este proceso tenga lugar, quedan claros los objetivos iniciales: buscamos un edificio funcional, flexible para que pueda adaptarse a nuevas configuraciones futuras, hecho a medida, donde se prime la calidad ambiental de los lugares de trabajo prestando especial atención a la percepción sensual de los usuarios y cuya disposición sea una respuesta al lugar donde se asienta.
Ahora solo necesitamos materializarlo, para lo que optamos por un edificio con el menor numero de plantas que nos permita situar en un mismo nivel la mayor cantidad de funciones y facilitar así el funcionamiento general y los accesos directos desde el exterior. Automáticamente obtenemos un volumen extenso en superficie y bajo en altura, que coloniza el solar elegido, que se pega al terreno para usarlo como continuación de las plantas y que unificamos mediante un único tejido- envolvente que recoge los distintos usos aportando orden a la complejidad interior y concreta la imagen exterior. La solución final debe permitir entender el edificio como volumen único tanto desde el exterior como desde el interior, para lo cual recuperamos de manera literal el arte de la cestería y lo aplicamos a la fachada (descontextualizado por medio del cambio de escala): será como trabajar en el interior de un gran cesto que tamiza la luz y condiciona las vistas. Un cerramiento «artesanal» que adelanta las actividades del interior, en el que el plástico sustituye al mimbre formando bandas horizontales de 50cm a base de planchas de Plexiglás curvadas de 5mm de espesor, transparentes o traslucidas según la orientación y la naturaleza del espacio interior que recubren, para dejar pasar la luz o tamizarla, para ver desde el interior o aislar del exterior.
También la topografía del solar condiciona nuestra propuesta: aprovechamos el desnivel entre la calle superior y el paseo peatonal inferior para organizar el edificio en dos plantas que ocupan la totalidad del terreno disponible y a las que se accede desde cada una de estas dos calles bajando ligeramente para conseguir en el interior las alturas libres demandadas por los diferentes usos. Una malla de pilares metálicos circulares soportan los forjados de losa de hormigón, que agujereamos para situar los patios que a su vez organizan el interior albergando las comunicaciones, consiguiendo luz y ventilación e introduciendo vegetación en las zonas centrales alejadas de la fachada.
El programa se distribuye en ambas plantas atendiendo a criterios de accesibilidad desde el exterior, necesidad de luz natural de cada estancia, altura libre recomendada y relación entre las partes. Se opta por tres tipos de material para las particiones interiores, predominando el vidrio transparente que al curvarse en las esquinas refuerza la sensación de espacio continuo favoreciendo las vistas transversales que abarcan toda la profundidad del centro. En aquellas salas que puedan necesitar puntualmente un oscurecimiento total o parcial se disponen sistemas básicos que así lo permitan, al igual que en las zonas que necesiten un importante aislamiento acústico (talleres, aseos, vestuarios, etc) se utilizaran materiales resistentes que cumplan con los requerimientos solicitados.
Aprovechando los 6 metros de altura total de la planta superior intervenimos en la cubierta para hacerla accesible al publico desde el interior o directamente desde el exterior. La tratamos como un tapiz ajardinado en el que practicamos incisiones que coinciden con aquellos espacios de la planta inmediatamente inferior que no demandan una gran altura libre, incisiones que generan recorridos y nuevos espacios al aire libre donde promover actividades como las exposiciones, el descanso o el paseo, y desde los que se puede contemplar el entorno.
Prestamos especial atención al tipo de plantas utilizadas en esta cubierta, optando por aquellas que se adaptan al sistema de cubierta semi-intensiva en el que el substrato vegetal necesario no supera los 40cm. Combinamos plantas tipo campo con especies aromáticas que incorporan el olor a la arquitectura, intensificando la experiencia perceptiva al contar con el sentido del olfato e incluso el del tacto, tan íntimamente ligados a la actividad artesanal.
Centro Gallego de Artesanía y Diseño
Santiago de Compostela
Architects: idoia otegui _ PO2 Arquitectos
Client: private
Type: invited competition / jun 2004
Total area: 3.779,00m2
Budget: 3.405.787,80€