P ha estado 3 meses trabajando durante el confinamiento con vistas a una destartalada y pequeña terraza de 16m2, descuidada, infrautilizada y llena de trastos como si fuera un trastero. Con 2 buenas ideas, 4 muebles, un toque de humor y muy poco dinero, la hemos convertido en una preciosa terraza, que parce mucho más grande, con una ducha exterior para el verano y los días soleados de Madrid en primavera y otoño, una zona de descanso, una zona para comer o cenar con amigos, y hemos reorganizado la vegetación y construido un armario a medida para guardarlo todo. P ya puede afrontar el teletrabajo no solo con vistas a una nueva y preciosa terraza, sino incluso con la posibilidad de poder trabajar en ella al aire libre.